Una vez más el conflicto entre el Sindicato
Médico de San Juan y las autoridades provinciales dejan en el olvido el derecho
a la salud de los sectores más desprotegidos. Ya ratificaron un nuevo cese de
actividades en los hospitales públicos y centros médicos para el 12 y 13 de
septiembre. Esta medida de fuerza pone
en juego la salud de las personas, y jugar con la salud no está bueno.
Parece ser que estuvieran esperando a
que suceda una desgracia para que reflexionen sobre las consecuencias que puede
generar una huelga en un servicio fundamental para la comunidad. No es razonable que una protesta incluya el
abandono de la atención médica. El servicio de salud pública no puede dejar de funcionar porque
compromete la vida de las personas que pertenecen a sectores de bajos recursos económicos.
Personas que no tienen la posibilidad de
acceder a servicios de salud privado en casos de emergencias.
Es importante que el derecho a la salud quede
garantizado para todos, por eso es necesario que se adopten otras formas de
manifestación para reclamar un salario digno, trabajo decente, libertad
sindical y 82% móvil para los jubilados. Lo que reclaman es justo pero no
es justo que los sectores más pobres se queden sin atención médica.
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Practico N° 1 - Segunda versión