El trabajo es una de las bases de tratamiento para los internos del
penal y tiene positiva incidencia en su formación. Por eso que los presos
trabajen en la cosecha con voluntad de elección es una propuesta positiva no
solo porque beneficiaria al sector de la cosecha que siempre está solicitando
mano de obra y ésta es escasa, sino también porque el trabajar fuera del penal
le permitirá una reinserción en la sociedad. Es importante trabajar en este
aspecto social con los presos porque está demostrado que mientras más
permanezca aislado de la comunidad peor es su adaptación y cambio.
La cárcel se transforma, para los reos, en un espacio de castigo y
aislamiento que lo marcan para toda la vida. De esta forma crece en su interior
odio y resentimiento contra la sociedad que lo margina. Asimismo la penitenciaría suele agravar la
inclusión de los presos a la comunidad si solo se los mantiene encerrados. Es
por eso que la cárcel debe potenciar el carácter humanizador ayudando
a resocializar al internado. Esto es uno de los puntos pretende este proyecto,
que el preso tenga la oportunidad de interactuar con el afuera y poner en
práctica normas de convivencia.
Además esta propuesta presentada por la secretaría de Seguridad de la
provincia contará con un análisis
psicológico que garanticen que el encarcelado está en condiciones de trabajar y por otro lado adquirirán una
capacitación laboral por 6 meses con la posibilidad de quedar efectivo.
Realmente la propuesta tiene mucho a favor, pese a las críticas referidas a que
será una posibilidad de fuga para los internos. La secretaría de Seguridad asegura un control por
parte del personal del servicio penitenciario provincial, por que así lo
determina la ley, y además estará
respaldado por los gabinetes psicológicos del penal. Brindar esta posibilidad
de trabajo a los presos es una apuesta al cambio y crecimiento para la
sociedad.
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